La conexión oculta detrás de los virus, Vacunas y Cáncer
Por Dr. Tyson Pérez
GreenMedInfo
La CDC dice que el 99% de los cánceres de
cuello uterino contiene virus oncogénicos del papiloma humano tipos 16 y
18, se encuentra en el 70% de las neoplasias cervicales. Los dos tipos
más comunes de cáncer cervical son el carcinoma de células escamosas y
el adenocarcinoma. Esos números sin duda podrían asustar a la mujer
promedio. Sin
embargo, en un análisis más profundo, descubrirá como el CDC admite que
el VPH nunca ha sido aislado en cultivo. En otras palabras, nunca se ha
visto el salvaje VPH. Pero supongamos que el VPH existe.
La CDC también dice que la mayoría de
infecciones son asintomáticas resultando en ausencia de enfermedad
clínica y que el VPH por sí mismo no es suficiente para causar cáncer ya
que la inmensa mayoría de las mujeres con la infección no desarrollan
el cáncer. De hecho, un estudio reciente publicado en la revista Vaccine estima que el 90% de las infecciones por VPH se eliminan del organismo al cabo de 2 años.
Como nota interesante, Merck, el
fabricante de la vacuna contra el VPH Gardasil, presentó información a
la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), antes de la
aprobación de la vacuna aumentó el riesgo de cambios precancerosos en un
44,6% en las mujeres expuestas a los tipos de VPH 16 o 18. ¿Cuántos
médicos conoce usted que detecten la presencia de estas cepas antes de
administrar la vacuna contra el VPH?. Todavía no he oído hablar de ninguno.
No todos los virus vinculados al cáncer son habitantes naturales del cuerpo humano. Muchas de las primeras vacunas contra la polio,
fueron cultivadas en tejido de riñón de mono y suministradas a millones
de niños a mediados de la década de 1950 y principios de los sesenta,
resultaron estar contaminadas con virus vivos de simios. Uno en
particular, conocido como virus del simio 40 (SV40), se descubrió que
tiene potentes efectos oncogénicos y se encontró en numerosos tumores
incluyendo varios tipos como, cerebro, hueso y pulmón. El SV40 se ha
encontrado incluso en tumores de personas que nunca recibieron las
tempranas vacunas contra la poliomielitis.
Hay creciente evidencia de que este virus
de mono puede pasar de generación en generación. Además, se ha sugerido
que el SV40 está contaminando actuales vacunas contra la polio ya que
en la vacuna de poliovirus inactivado (IPV) y la vacuna de poliovirus
oral (OPV) los virus siguen siendo sembrados y cultivados a partir de
tejido de riñón de mono (línea vero-célular). Funcionarios de la salud
gubernamentales niegan esta posibilidad ya que las pruebas de
contaminación generalizada se encomendó a principios de 1960, sin
embargo, si usted investiga más el tema, descubrirá que los métodos
utilizados para analizar la contaminación son insuficientes o
inexistentes.
Pero, ¿por qué no todas las personas que
se infectaron con SV40 tuvieron cáncer? Claude Bernard, considerado el
padre de la medicina experimental y contemporáneo de Louis Pasteur, dijo
una vez de manera tan elocuente que “El terreno lo es todo, el germen no es nada.” A raíz de esta declaración, se dice que tomó un trago de un vaso de agua lleno de cólera sin enfermarse.
Esta demostración fue un audaz intento para demostrar que los
individuos con un ambiente interno sano y un sistema inmune robusto
proporciona un ambiente inhóspito para los gérmenes patógenos y es
improbable sucumbir a la enfermedad mientras que los que están
desnutridos e intoxicados proporcionan un terreno enfermo que es mucho
más propenso a ser habitado por microorganismos causantes de
enfermedades. Esto sin duda es una explicación plausible en relación con
el SV40.
Además, aunque los virus humanos,
incluyendo el VHB y el VPH fantasma, estén asociados con el cáncer, su
sola presencia no demuestra que, de hecho, causen el cáncer.
Consideremos, por un momento, que el cáncer puede ser una adaptación
inteligente de las células del cuerpo en respuesta a un ambiente interno
deficiente y tóxico. Estos virus pueden ser simplemente transeúntes
inocentes, o en el peor de los casos cómplices, que encuentran refugio
en los tejidos enfermos y debilitados que han sido dañados por años de
negligencia y abuso. Rudolph Virchow, conocido como el padre de la
Anatomía Patológica, declaró que “Si pudiera vivir mi vida de nuevo,
me volvería a dedicar a demostrar que los gérmenes buscan su hábitat
natural – tejido enfermo – en lugar de ser la causa del tejido enfermo”. Él resume muy bien la moraleja de esta historia, una moraleja que me encantaría que más gente realmente entendiera.
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